Nunca hay que olvidar que las opiniones de los clientes son sumamente importantes. Estas pueden ayudarte a crecer y mejorar, a modificar tus errores y a cambiar tu forma de trabajo hacia la perfección. Claro está, nunca llegaremos a agradar a todos aquellos que acudan al establecimiento a comprar nuestros servicios, pero podemos trabajar en satisfacer a la gran mayoría, y no solo para que salgan contentos del establecimiento, sino para que vuelvan.
La satisfacción del cliente depende de infinidad de factores. Entran en juego muchas variables como los empleados, el precio, el servicio al cliente, el resultado, la temperatura del local, el tiempo de espera, etc. y por eso es necesario estar hasta en el más mínimo detalle.